
Sobre mí
Un abogado de los que se implican
Con más de 36 años de ejercicio profesional, mi vocación como abogado se ha forjado sobre tres pilares: honestidad, compromiso y cercanía. Me licencié en Derecho por la Universidad de Granada, y pronto entendí que esta profesión no se basa solo en normas y procedimientos, sino en personas que necesitan soluciones claras, ágiles y humanas.
Durante mi trayectoria, he dedicado buena parte de mi vida profesional a trabajar no solo en despachos, sino en contacto directo con juzgados y administraciones públicas, lo que me ha proporcionado una visión amplia y resolutiva de cada caso. En los años 90 tuve el honor de presidir el Grupo de Abogados Jóvenes de Granada, experiencia que consolidó aún más mi compromiso con la abogacía como servicio esencial a la ciudadanía.
Siempre he creído que la figura del abogado no es un recurso de última hora, sino un acompañante imprescindible en muchas decisiones cotidianas y vitales. Porque el Derecho está para ayudar, y una sociedad sin abogados que defiendan los derechos de los ciudadanos no puede funcionar con equilibrio ni justicia.
Si buscas a alguien que te escuche de verdad, que hable claro y que se implique en tu situación como si fuera la suya, estoy aquí para ayudarte.
Creo firmemente que un abogado no solo debe conocer la ley, sino entender a la persona que tiene delante. Escucharla. Defenderla. Acompañarla. Porque cuando se trata de tu vida, tu hogar o tu familia, no puedes confiar en cualquiera.